Nesse solo chamado Brasil encontra-se uma das mais ricas floras medicinais do mundo e uma rica e sábia medicina popular relacionada ao uso de plantas. Elas auxiliam no tratamento de diversas doenças, mas é preciso ter cuidado, pois também podem apresentar efeitos colaterais e contraindicações.
Apresentamos aqui uma breve história do uso terapêutico das plantas curativas e te damos algumas dicas que podem ser úteis no cuidado diário da nossa saúde.
E no final do texto, te convidamos a realizar uma tarefa de vocabulário e gramática em espanhol.
Cúrate con las plantas
Un poquito de historia
Desde el inicio de la existencia de nuestra especie en este planeta, el ser humano ha tratado de explicar la realidad y los hechos más trascendentales, tales como la vida, la muerte o la enfermedad.
Una profunda investigación publicada recientemente en la web por EL Mundo ha revelado que las capacidades intelectuales de los neandertales eran muy sofisticadas: ellos ingerían plantas medicinales, de las cuales conocían sus cualidades curativas.
En cada tribu o clan había siempre un sanador, que actuaba desde su doble condición de médico y mago, al que acudían gentes de otras tribus, de otros pueblos.
Eran brujos, curanderos, pagés o chamanes: siempre ha habido una figura encargada de la sanación. Ellos tenían una visión holística y completa del enfermo: no se trataba apenas de curar los síntomas físicos a través de plantas y raíces, sino también de mapear y sanar las causas en el cuerpo espiritual. Nuestros antepasados eran sabios.
Alrededor del año 3.500 antes de C. surgían numerosas referencias y escritos con recetas y preparaciones medicinales a base de vegetales: los primeros herbolarios datan de la época de los babilonios, los asirios y los fenicios y son recopilaciones de los conocimientos de la época sobre las propiedades curativas de las plantas con exactitud impresionante y de valor inestimable.
El papiro egipcio de Ebers (1.550 a.C) encontrado en Tebas, nos cuenta cómo se preparaban los medicamentos naturales en aquella época con datos exactos y conceptos avanzados, que sirven hasta el día de hoy como referencia para la ciencia.
Homero nos describe en una de sus obras la infinita riqueza de las plantas de Egipto. En uno de sus relatos cuenta cómo Helena cura a su hijo con plantas medicinales.
Durante el Imperio Romano surge un grupo de médicos geniales, entre los que se destacan Celso, Andrómaco y Plinio, que dejaron su profunda impronta en esta ciencia.
En la misma época Cleopatra usaba aloe barbado para cuidar su belleza; hoy día esta planta se ha revelado como uno de los tratamientos más eficaces para las quemaduras por radiación.
El primer libro publicado sobre las propiedades medicinales de las plantas titulado “De materia médica”, en el año 50 a. C. aún hoy se sigue consultando. Posteriormente en el siglo XI, los monasterios se dedicaron a esta ciencia, y los monjes se convirtieron en grandes botánicos. Las fórmulas y formas de preparación de jarabes, aceites y ungüentos a base de plantas medicinales durante toda la Edad Media constituyen la base sólida de la farmacopea universal actual.
En 1948 se imprime la primera farmacopea, y la Botánica, que hasta entonces había sido patrimonio exclusivo de médicos, boticarios y yerbateros, empieza a estudiarse oficialmente en grandes laboratorios alrededor del planeta, dando lugar a la Fitoterapia.
Renace una nueva forma de cura
¿Sabías que el 25% de los medicamentos tradicionales en la actualidad contiene sustancias de origen vegetal?
Los fitofármacos son medicamentos elaborados exclusivamente con principios activos de origen vegetal: microelementos, vitaminas, minerales, carbohidratos y agentes curativos específicos, que ayudan al cuerpo en su lucha contra las infecciones, las inflamaciones o las intoxicaciones.
Por supuesto que los fármacos son altamente eficaces en casos de urgencias o cuando se hace necesaria una determinada cantidad de principio activo en un momento crítico. Pero presentan un sin fin de efectos adversos, que en algunas ocasiones pueden ser perjudiciales a la salud si los ingerimos durante mucho tiempo.
Lo que se ve es que últimamente estamos volviendo a utilizar remedios naturales, ya sea por su alta tolerancia, por la ausencia de efectos secundarios, por su mecanismo de acción generalizada, pero principalmente por su forma de administración sencilla y segura.
Y así, poquito a poco, vamos conociéndonos más y cambiando los hábitos que nos fueron impuestos por el sistema, la industria química-farmacéutica y el consumismo fácil por otros más simples, naturales, baratos y de fácil acceso.
Antes de ir robóticamente a la caja de medicinas a buscar un comprimido cuando te duelen las articulaciones, ¿qué tal tomar un té de laurel (1) o hacerte un baño de pies de perejil (2) bien calentito?
A partir de ahora vamos a recorrer este vasto y riquísimo camino de flores, frutos, hojas, colores, sabores y aromas. ¡Ven conmigo!
¿Te duele la cabeza?
Toma un té de manzanilla (3) y frótate las sienes con aceite esencial de lavanda (4).
Si el origen de la cefalea es por mala digestión, hazte una infusión de menta (5).
El mentol también es analgésico: aspira el aceite esencial, te ayudará a regular el flujo sanguíneo, lo que alivia el dolor.
La matricaria (6) es por excelencia la planta preventiva de la migraña por su acción antiespasmódica y antiinflamatoria. Si la cefalea es por tensión nerviosa, ingiere un té de tila (7) de pasiflora (8) o de lechuga (9), que tienen un efecto antiespasmódico y ansiolítico suave.
¿Te duele todo el cuerpo?
Aplícate un masaje de extracto de corteza del sauce blanco (10), o prepara un té con un ramito de este árbol. Alivia toda clase de dolor, es antiespasmódico, febrífugo y tónico digestivo.
¿Tienes tensión muscular?
Come frutos secos, como avellanas (11) y anacardos (12), que son ricos en magnesio y sales minerales. O prepara una mezcla de 30 g de romero (13) en un frasco de agua hirviendo, cúbrela y déjala reposar durante 30 minutos. Humedece un trapo en la mezcla de agua y hojas de romero y aplícalo en la zona afectada 2 o 3 veces al día.
¿Tienes un ezcema repentino o picazón en la piel?
Mezcla una taza de harina de avena (14) con agua y sumerge la parte afectada durante 30 minutos. Obtendrás un gran alivio de tus dolencias de piel.
La semilla de linaza (15) es muy eficaz en el combate a las erupciones cutáneas: mezcla cinco cucharadas de linaza molida con agua. Caliéntala a fuego lento y cuando esté tibia coloca una capa gruesa sobre una gasa. Entre una y tres veces al día ponte la compresa sobre la zona afectada.
La manzanilla (3), también es una gran aliada. Para calmar la inflamación, la picazón y el enrojecimiento, aplícate compresas de manzanilla por la noche y por la mañana.
Y por supuesto, el aloe (16). Simplemente corta unos pedacitos de la hoja, quítale la cáscara y frótate la piel afectada con la pulpa de esta milagrosa planta, rica en minerales como el magnesio, potasio, sodio, calcio, fósforo, cobre, cinc o hierro. También contiene vitamina E, vitaminas del grupo B, vitamina C y ácido fólico.
¿Estás mal del hígado?
Prepara un buen té de boldo (17). El boldo es un excelente remedio casero para tratar el hígado graso o la inflamación en el hígado, ya que posee propiedades que mejoran la secreción de la bilis, aliviando síntomas como malestar abdominal, mareos, dolor y vómitos.
¿Tienes diarrea?
Tómate una infusión de bardana (18) o equinácea (19) bien calentita, 3 veces por día. O si prefieres, hierve canela (20) con clavo (21) y jengibre (22). Toma este té tantas veces como te sea posible, y evita alimentos grasos o muy condimentados. Toma mucha agua a lo largo del día.
Hemos visto aquí algunos trucos y remedios caseros para disminuir los síntomas de algunas enfermedades comunes, pero vale la pena ampliar la visión sobre las mismas.
Debemos tener en cuenta que los estados de ansiedad y estrés pueden ser causa de una diarrea, por ejemplo, que nada tiene que ver con una infección o una intoxicación.
También debemos saber que hay sustancias como el tabaco o el café que también contribuyen a tener dolores en general, a lo que podemos agregar el sedentarismo, la falta de sueño, la contaminación por los dispositivos móviles y una larga lista de otros factores, como la hereditariedad o la falta de control de la mente y de los pensamientos, entre otros.
Cuídate más, conócete mental y físicamente. Conéctate con tu Yo Superior.
Ámate, respeta tus límites y sé feliz.
Actividades
- Con un buen diccionario, busca el nombre en portugués* de cada planta mencionada en el texto, numeradas del 1 al 22. Seguro que te sorprenderás al descubrirlos!
*Hay muchas variantes, dependiendo de la región de Brasil en la que te encuentres.
- Fíjate en el uso del Imperativo Afirmativo informal (TÚ) en los consejos que te damos. Presta especial atención a los pronombres que acompañan a algunos de estos verbos y establece una regla: ¿Dónde ponemos el pronombre? ¿Antes o después del verbo?
- Elabora una lista de estos verbos.
Ejemplo: “Ven conmigo”, “Toma un té de manzanilla”, “Frótate las sienes…”
Soluciones
Actividad 1
Múltiples posibilidades de respuesta.
Actividad 2
El pronombre se pone después del verbo en Imperativo Afirmativo.
Actividad 3
- Cúrate
- Ven
- Toma
- Frótate
- Hazte
- Aspira
- Ingiere
- Aplícate
- Prepara
- Come
- Cúbrela
- Déjala
- Humedece
- Aplícalo
- Mezcla
- Sumerge
- Caliéntala
- Coloca
- Ponte
- Aplícate
- Corta
- Quítale
- Frótate
- Tómate
- Hierve
- Toma
- Evita
- Cuídate
- Conócete
- Conéctate
- Ámate
- Respeta
- Sé
Fuentes
buscasalud.com
tuasaude.com/es/c/plantas-medicinales/
Escrito por Beatriz Rodriguez e publicado na coluna da Você S/A. Editado para o blog da Companhia de Idiomas.